
ALEXANDRE MONNTOYA

MISIÓN
Desde que tengo memoria, he sentido una atracción profunda por aquello que no se ve, pero se siente.
Por las preguntas que no tienen respuesta inmediata.
Por esa dualidad constante entre lo que somos... y lo que creemos ser.
Pinto desde niño y encuentro en el óleo mi forma de expresión más profunda.
A través del realismo y el hiperrealismo exploro los estados de consciencia humana, desde lo psicológico hasta lo espiritual.
Vivo entre montañas en Italia, donde el silencio y la introspección nutren mi obra.
EL ARTISTA
Mi nombre es Alexandre Monntoya y soy un artista que habita el cuerpo de un humano.
Nací el 16 de enero de 1974 en un pequeño pueblo del Valle del Cauca, Colombia. Desde muy niño, y por razones que aún me cuesta explicar, sentí un impulso constante por dibujar y crear. Aunque crecí en una familia sin vínculos con el mundo del arte, siempre existió dentro de mí un cordón invisible que me conectaba con el llamado de la creatividad.
Durante la adolescencia y los primeros años de mi adultez, como muchos, fui empujado a buscar un camino "seguro" y convencional. Pero la vida, en su misteriosa manera de alinear, puso en mi camino las personas, experiencias y silencios necesarios para reconectar con mi pasión. Ese reencuentro llegó al abrir una pequeña marquetería en Cali. Allí, entre marcos y lienzos, hice contacto por primera vez con el óleo y di mis primeras pinceladas conscientes, luego de años de dibujar casi en secreto.
El 1 de julio de 2001 llegué a España, país que se convirtió en mi hogar y mi escuela durante casi dos décadas. Desde 2020, vivo en Italia, en zonas de montaña donde la introspección, el silencio y el crecimiento interior han pasado a formar parte esencial de mi proceso creativo.
A lo largo de los años he explorado diversas técnicas, pero es el óleo el medio que ha acompañado de forma más constante mi búsqueda. Mi lenguaje artístico se basa en el realismo y el hiperrealismo, y gira en torno a la figura humana como vehículo expresivo. No busco solamente retratar un cuerpo: lo utilizo como símbolo, como espejo, como herramienta para explorar el alma.
Creo profundamente que el arte es un lenguaje del alma para el alma.
Para mí, ser artista no es solo poseer talento: es la capacidad de ver lo que otros no ven. Es la sensibilidad para captar un instante, un sueño, una emoción o un conflicto invisible… y transformarlo en una imagen que trascienda el tiempo.
Lo que me apasiona comunicar son los estados de consciencia del ser humano, desde lo psicológico hasta lo espiritual. Utilizo el instante y el sueño, la metáfora y la fantasía como puentes para dialogar con el espectador y provocar en él una pregunta, un recuerdo o un despertar.
Alexandre Monntoya
